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Herramientas y pruebas diagnósticas


Existe una amplia variedad de métodos para diagnosticar el cáncer. A medida que los investigadores conocen más datos sobre los mecanismos del cáncer, se desarrollan nuevos instrumentos diagnósticos y se perfeccionan los métodos existentes. Si su médico de atención primaria sospecha un cáncer, puede solicitar pruebas para confirmar el diagnóstico. Estas pruebas podrán ser realizadas por su propio médico o por los especialistas de los centros oncológicos, como MD Anderson Madrid.

Independientemente de quien realice el diagnóstico, es muy recomendable pedir una segunda opinión de un experto en cáncer. Algunos tipos de cáncer, especialmente los linfomas, pueden ser difíciles de clasificar, incluso para un experto. La identificación precisa del cáncer permite a los oncólogos elegir el tratamiento más eficaz.

Los métodos diagnósticos más habituales son:

Se extirpa quirúrgicamente una pequeña muestra de tejido y se examina al microscopio en busca de células cancerosas. Dependiendo de la localización del tumor, algunas biopsias pueden realizarse de forma ambulatoria solo con anestesia local. Si el tumor está lleno de líquido, se utiliza un tipo de biopsia conocida como aspiración con aguja fina. Se introduce una aguja larga y fina directamente en la zona sospechosa para extraer muestras de líquido para su análisis.

Se introduce en cavidades y órganos corporales un tubo de plástico flexible con una pequeña cámara acoplada en el extremo, que permite al médico ver el área sospechosa. Existen muchos tipos de endoscopios, cada uno diseñado para ver zonas específicas del cuerpo. Por ejemplo, se utiliza un colonoscopio para detectar tumores en el colon y un laparoscopio para examinar la cavidad abdominal.

Se dispone de varias técnicas para generar una imagen interna del cuerpo y sus estructuras. Los tipos de métodos de imagen son:

Radiografía, que es la técnica más frecuente empleada por los médicos para obtener imágenes del interior del cuerpo. Los especialistas pueden detectar zonas anormales que pueden indicar la presencia de un cáncer.

TC (tomografía computarizada), que utiliza haces radiológicos para crear imágenes informatizadas detalladas obtenidas con un aparato de rayos X especial. Es más precisa que las radiografías convencionales y proporciona imágenes más claras.

Resonancia magnética (RM), que emplea un campo magnético potente para generar imágenes informatizadas detalladas de los tejidos blandos, los grandes vasos sanguíneos y los órganos principales del cuerpo. La RM es un procedimiento exacto, aunque costoso, y los pacientes deben permanecer tumbados sin moverse para obtener los mejores resultados.

Ecografía, que emplea ondas de sonido de alta frecuencia para determinar si un bulto sospechoso es sólido o líquido. Estas ondas sonoras se transmiten en el organismo y se transforman en una imagen informatizada.

Algunos tumores liberan sustancias, llamadas marcadores tumorales, que pueden detectarse en la sangre. El análisis de sangre específico del cáncer de próstata determina la cantidad de antígeno prostático específico (PSA). Las concentraciones de PSA superiores a las normales pueden indicar la presencia de un cáncer. Se ha desarrollado recientemente un análisis de sangre específico del cáncer de ovario, denominado CA-125. Sin embargo, los análisis de sangre por sí solos no siempre son concluyentes, por lo que han de emplearse otros métodos para confirmar el diagnóstico.