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El cáncer de la A a la Z

Tipos de cáncer, cómo prevenirlos, diagnóstico y tratamiento.

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Mesotelioma


El mesotelioma es una forma rara de cáncer derivado del mesotelio, que consta de la pleura de los pulmones, el pericardio que rodea el corazón y el peritoneo del abdomen. La pleura está formada por dos capas finas de membrana que recubren toda la superficie pulmonar, incluidas las áreas existentes entre los lóbulos. El cáncer que se inicia en la pleura puede extenderse a otras partes del organismo. Cuando el cáncer se inicia en la pleura pulmonar, se denomina mesotelioma pleural maligno (MPM).

Tipos
Existen tres subtipos histológicos de mesotelioma:

 

El epitelioide representa entre el 60% y 70% de todos los casos y normalmente conlleva el mejor pronóstico.

 

El sarcomatoide representa entre el 10% y 15% de todos los casos. Es una forma mucho más agresiva de mesotelioma.

 

El bifásico o mixto representa entre el 10% y 15% de los casos. Esta forma tiene características de los mesoteliomas epitelioide y sarcomatoide, pero se asocia a una peor supervivencia que el epitelioide.

Síntomas
En los pacientes con MPM se acumula líquido en el espacio situado entre las dos capas de membrana, lo que presiona el pulmón y puede provocar su colapso. Entre los síntomas figuran:

Más frecuentes

  • Dificultad respiratoria
  • Dolor torácico o abdominal
  • Cansancio

Menos frecuentes

  • Tos persistente
  • Pérdida de peso importante
  • Sangre en la expectoración que se tose de los pulmones
  • Dificultad para tragar
  • Ronquera prolongada
  • Náuseas
  • Reducción de la concentración de oxígeno

La presencia de uno o más de los síntomas citados no implica necesariamente que tenga un mesotelioma. Sin embargo, es importante que consulte estos síntomas con su médico, ya que podrían indicar otros problemas de salud.

Noticias
Eventos

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Docencia

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Ensayos clínicos
Ensayo de fase 1a/2a, abierto y multicéntrico, para investigar la seguridad, tolerabilidad y actividad antitumoral de dosis repetidas de Sym015, una mezcla de anticuerpos monoclonales dirigida frente al receptor MET, en pacientes con tumores malignos sólidos en fase avanzada
Estudio fase IIIB, prospectivo, randomizado, abierto que evalúa la eficacia y seguridad de Heparina/Edoxaban versus Dalteparina en tromboembolismo venoso asociado con cáncer.
Tumores sólidos. Antiemesis Estudio fase III, multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, con control activo para evaluar la seguridad y eficacia de Rolapitant en la prevención de náuseas y vómitos por la quimioterapia (NVIQ) en pacientes que reciben quimioterapia altamente emética (QAE). A phase III, multicenter, randomized, double blind, placebo controlled study of the safety and efficacy of Rolapitant for the treatment of Chemotherapy-induced nausea and vomiting in subjects receiving highly Emetogenic Chemotherapy (HEC)
Ensayo clínico en fase I de determinación de dosis del antiangiogénico multidiana Dovitinib (TKI258) más paclitaxel en pacientes con tumores sólidos.

Factores de riesgo
La mayoría de los casos de mesotelioma se deben a la exposición al amianto. El amianto es un mineral fibroso que tiene numerosos subtipos. Por desgracia, el amianto se utilizó extensamente en el pasado en los sectores de la construcción, automoción, militar, marino y manufacturero. Cuando se están fabricando las diminutas partículas de amianto, pueden flotar en el aire y ser inhaladas o deglutidas. Esto puede dar lugar posteriormente a enfermedades graves, como cáncer de pulmón, laringe y riñón, además de causar asbestosis (un trastorno pulmonar crónico no canceroso). En personas vulnerables, las fibras de amianto provocan cambios genéticos en la pleura pulmonar que, en última instancia, pueden acabar en el desarrollo de un mesotelioma. El MPM puede aparecer de 20 a 50 años después de la exposición primaria al amianto.

Prevención
Actualmente no existen métodos para prevenir el mesotelioma en caso de haber estado expuesto al amianto en el pasado.

Cribado
No hay pruebas de cribado normalizadas que hayan demostrado mejorar la evolución del mesotelioma. Sin embargo, actualmente se está evaluando un análisis de sangre que mide la osteopontina (una proteína que es un componente del hueso) para determinar si puede predecir el desarrollo de mesotelioma en pacientes expuestos al amianto.

Diagnóstico
Dado que los síntomas del mesotelioma son inespecíficos, la enfermedad puede ser difícil de diagnosticar. En particular, el derrame pleural (acumulación de líquido en la cavidad torácica) puede aparecer en muchas otras enfermedades, como cáncer de pulmón, insuficiencia cardíaca y neumonía.

 

La evaluación para descartar un mesotelioma puede incluir:

  • Un repaso minucioso de los antecedentes médicos, incluida la exposición al amianto
  • Exploración médica completa, incluidas radiografías de tórax y pruebas de función respiratoria
  • Tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM) o tomografía por emisión de positrones (PET)
  • Biopsia por punción o drenaje de líquido pleural para análisis
  • Biopsia por cirugía toracoscópica (extirpación de tejido para su examen al icroscopio)

No es raro que los médicos no estén seguros del diagnóstico, incluso después de una biopsiay la extracción de líquido del tórax. Cuando la enfermedad se haya diagnosticado en otro centro médico, todas las muestras de biopsia deberán ser revisadas por un anatomopatólogo con experiencia en el diagnóstico del mesotelioma.

Estadificación

El término “estadificación” describe la extensión del cáncer. Cuando se conoce el estadio del cáncer, el médico puede elegir el tratamiento más adecuado. El sistema de estadificación del MPM se encuentra en proceso de revisión actualmente, pero el sistema de estadificación actual preferido es el respaldado por la American Joint Commission on Cancer (AJCC) y el International Mesothelioma Interest Group (IMIG). Por desgracia, una estadificación preoperatoria exacta del MPM es extremadamente difícil.

 

Estadio 1a: el tumor afecta a la capa más externa de la pleura (pleura parietal), pero no a la pleura que recubre el pulmón (pleura visceral).

 

Estadio 1b: el tumor afecta a la pleura parietal y también a la visceral.

 

Estadio 2: el tumor invade el pulmón o el diafragma (el músculo delgado que separa el tórax del abdomen).

 

Estadio 3: el tumor invade el saco fibroso que rodea el corazón (pericardio), la pared torácica (solo en una zona) o afecta a los ganglios linfáticos del tórax.

 

Estadio 4: el tumor afecta a numerosas zonas de la pared torácica, se extiende a través del diafragma o el pericardio, afecta a otros órganos como el corazón, la tráquea o el esófago, o se ha diseminado a otros órganos como el hígado o el pulmón opuesto.

El tratamiento del MPM puede requerir cirugía, quimioterapia y radioterapia. Dependiendo del estadio de la enfermedad y la ubicación del cáncer, podría recibir una o más de estas modalidades terapéuticas.

 

Anteriormente, muchos médicos y especialistas se mostraban indecisos a la hora de recomendar un tratamiento intensivo porque el MPM era muy resistente. Sin embargo, se han realizado varios avances en el tratamiento del mesotelioma que han mejorado los resultados de supervivencia en los últimos años. En algunos pacientes, el tratamiento intensivo, con cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de ellas, depara un aumento de la supervivencia a largo plazo e incluso la curación.

 

La elección del tratamiento depende de muchos factores, como la localización y el estadio del cáncer, además de la edad y el estado general del paciente. La mayoría de los pacientes con mesotelioma que no han tenido recidivas durante mucho tiempo se someten a una intervención quirúrgica como parte de su tratamiento. En los casos en que la cirugía no es una opción, los recientes avances en medicamentos nuevos que actúan sobre vías esenciales que regulan las células del MPM han ofrecido nuevas esperanzas de mejorar los resultados.

 

Cirugía
 

Los dos objetivos principales de la cirugía del MPM son:

  1. Reducir el volumen total de la enfermedad para aumentar las probabilidades de curación con el tratamiento adicional, como radioterapia y quimioterapia o fármacos dirigidos/biológicos.
  2. Aliviar los síntomas de dolor y dificultad respiratoria.

Existen dos formas principales de cirugía:

 

La pleurectomía o pleurectomía/descorticación (P/D) consiste en la separación del tumor del pulmón, el diafragma y la pared torácica, pero dejando intactas estas estructuras. En la mayoría de los casos, el tumor no puede extirparse por completo. En estos casos, no es posible administrar dosis altas de radiación en el tórax porque el pulmón y el diafragma permanecen intactos. El hecho de dejar estas estructuras limita la dosis total de radiación que puede administrarse después de la cirugía. No obstante, las recidivas locales son significativamente mayores que con una neumonectomía extrapleural porque se conserva el tejido pulmonar y la función respiratoria del paciente suele estar bien mantenida. En el MD Anderson puede practicarse una pleurectomía o pleurectomía/descorticación cuando el paciente no va a tolerar una neumonectomía extrapleural debido a una función respiratoria o cardíaca deficiente.

En el MD Anderson se considera que la neumonectomía extrapleural (NEP) depara la mayor probabilidad de extirpación completa del tumor y permite administrar otros tratamientos con un menor riesgo para los demás órganos vitales. La NEP es un procedimiento quirúrgico extenso que conlleva la extirpación de todos los órganos afectados, incluidos pulmón, ganglios linfáticos y porciones del diafragma y pericardio (membrana que rodea el corazón). El diafragma y el pericardio se reconstruyen con una lámina de material artificial. Los pacientes deben estar en buenas condiciones físicas para tolerar dicho procedimiento.

Radioterapia
La radioterapia sola no es un tratamiento curativo satisfactorio para el mesotelioma. Sin embargo, cuando se administra después de la cirugía, puede reducir la posibilidad de reaparición del tumor. Además, en ciertos casos se administra radioterapia como profilaxis en el lugar de incisión para evitar la recidiva tumoral o en un foco específico para paliar el dolor o los síntomas de malestar. El uso más frecuente de la radioterapia, sin embargo, es después de la cirugía para prevenir recidivas de la enfermedad.

Hay varias formas de administrar radioterapia. El MD Anderson fue pionero en el uso de la radioterapia modulada por la intensidad (RTMI) después de una neumonectomía extrapleural. La RTMI supone un avance en la radioterapia que conlleva la administración de radioterapiatridimensional sumamente precisa tras haber extirpado el pulmón y la pleura. Es posible que esta tecnología depare mejores resultados y una menor toxicidad que la radioterapia externa hemitorácica.

La RTMI para el mesotelioma se desarrolló en el MD Anderson y, actualmente, se ofrece en muy pocos centros. Requiere una planificación cuidadosa de la zona de radioterapia y una estrecha colaboración entre el cirujano y el radioterapeuta. Las zonas que se consideran de alto riesgo de recidiva tumoral son cartografiadas cuidadosamente mediante TC y analizadas por un ordenador, que realiza cálculos de dosis tridimensionales. Con esta técnica pueden administrarse dosis elevadas de radiación con mucha exactitud en toda la cavidad torácica.

Quimioterapia

En los pacientes con MPM que se someten a cirugía, el MD Anderson puede recomendar la administración de quimioterapia como parte de un tratamiento multimodal. Sin embargo, se recomienda encarecidamente a los pacientes que valoren participar en un ensayo clínico en el que se proporcionará cirugía, radioterapia, quimioterapia y un fármaco dirigido o biológico. Sus médicos le recomendarán un ensayo clínico si procede.

En los pacientes que no son candidatos a la cirugía, el tratamiento habitual consiste en quimioterapia o un estudio clínico con un fármaco dirigido nuevo para el tratamiento del cáncer. Dado que la quimioterapia no cura el mesotelioma, recomendamos encarecidamente su tratamiento en el contexto de ensayos clínicos en los que puede utilizarse quimioterapiacombinada con un nuevo tratamiento biológico dirigido o un fármaco biológico en monoterapia. La práctica habitual actual en Estados Unidos (fuera de un ensayo clínico) consiste en recibir tratamiento con los quimioterápicos cisplatino o carboplatino y pemetrexed (Alimta®). Otros quimioterápicos de uso habitual son gemcitabina y vinorrelbina. Sin embargo, el futuro del tratamiento sistémico del mesotelioma se centrará en los fármacos dirigidos contra dianas moleculares y en la medicina personalizada. La medicina personalizada supone que la elección del tratamiento se basa en el perfil genético/molecular específico de cada cáncer.