Buscar

Noticias

Buscar en Todos Título Contenido

Sin embargo, los avances en el diagnóstico precoz y la creación de terapias más eficaces han abierto un camino a la esperanza. “Según el Instituto Nacional del Cáncer  de los Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés), desde 1975 se han producido un descenso del 29% en la tasa de mortalidad del cáncer de pulmón”, explica el doctor Allan Sam, del Servicio de Neumología de MD Anderson Cancer Center Madrid.

Y es que los expertos coinciden en que el diagnóstico precoz de estos tumores, gracias a técnicas como el TAC de baja radiación en fumadores o exfumadores que han abandonado el hábito tabáquico hace menos de 15 años, resulta fundamental para aumentar la tasa de supervivencia en cáncer de pulmón. Sobre todo en el caso de la población masculina que, por cuestiones socioculturales, ha desarrollado históricamente hábitos de vida que favorecían el desarrollo de este tipo de cáncer.

En este sentido, los especialistas insisten en que, aunque existen factores como los antecedentes personales, las enfermedades de pulmón y algunas ocupaciones laborales que exponen a los trabajadores a ciertos componentes químicos, la principal causa de la aparición de cáncer de pulmón es, sin lugar a dudas, el tabaco. En concreto, el hábito tabáquico provoca el 85% de los cánceres de pulmón y se estima que el 15% de los fumadores desarrollará este tumor en algún momento de su vida”, comenta el especialista de MD Anderson Madrid.

Por esta razón, en el Día Internacional del Cáncer de Pulmón, que se celebra el 17 de noviembre, los expertos quieren llamar la atención sobre la importancia del abandono del tabaco, ya que dejando de fumar se reduce drásticamente el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. De esta forma, a los 15 años del abandono, el riesgo disminuiría hasta en un 90% con respecto a los fumadores.

“Sabemos que reduciendo este hábito podemos disminuir la incidencia y la cifra de fallecimientos. Hay que informar a la población sobre los efectos de la exposición al tabaco, ya que la educación es nuestra principal arma para prevenir esta enfermedad”, concluye el doctor Sam. 

Etiquetas