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“En concreto, la disección submucosa endoscópica es una novedosa técnica avanzada que permite reducir el riesgo de recaída de pólipos de gran tamaño hasta menos del 5% de probabilidades, frente a la tasa de recidiva de entre el 20 y el 30% de las técnicas clásicas de extirpación de pólipos en fragmentos múltiples”, explica el doctor Alberto Herreros de Tejada, del Servicio de Gastroenterología de  MD Anderson Cancer Center Madrid.

Por esta razón, los expertos reconocen que la combinación de los programas de cribado, que permiten un diagnóstico precoz, junto con la generalización de estas técnicas más modernas pueden suponer una revolución en el tratamiento de los pólipos avanzados de colon. “Tras la detección en fases tempranas de este tipo de lesiones extensas planas, que antes no se descubrían en fases asintomáticas, y gracias a la disección submucosa endoscópica, se puede evitar una cirugía que conlleva quitar una parte del colon, que hasta ahora era la práctica habitual con las técnicas tradicionales de abordaje”, indica el doctor Herreros de Tejada. Una vez extraídas las lesiones, estas se pueden analizar de forma completa, al obtenerse de forma entera la lesión extirpada.

Sin embargo, al tratarse de una técnica de alta complejidad, exige un entrenamiento previo intensivo por lo que, en la actualidad, solo cerca de diez centros en toda España, entre ellos MD Anderson Cancer Center Madrid, la emplean de forma habitual en el tratamiento de sus pacientes.

La técnica está especialmente indicada para pólipos planos de gran tamaño “en los que se debe conseguir la extirpación en bloque por dos motivos fundamentales: bien porque exista el riesgo de presentar un foco de cáncer superficial, bien porque se den situaciones en las que sea difícil quitar los pólipos mediante técnicas estándar en fragmentos”, puntualiza el especialista de MD Anderson Madrid.

La detección en fases tempranas, clave

Ante la posibilidad de lograr un pronóstico favorable de la enfermedad gracias a los tratamientos disponibles, los profesionales sanitarios insisten en la concienciación social sobre este tumor para propiciar la detección de las posibles lesiones en sus fases iniciales, para lo que es fundamental realizarse las pruebas de cribado recomendadas según la edad y acudir al especialista médico ante cualquier síntoma de alarma: sangrado rectal, cambio en el ritmo de las deposiciones o anemia persistente.

El cáncer de colon afecta de igual manera a hombres y mujeres, con una mayor incidencia a partir de los 50 años, en personas con antecedentes familiares de cáncer de colon, y en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn). En general, la mayoría de los casos comienzan como un pequeño pólipo -una mancha no cancerosa en la pared del intestino- que tarda entre 10 y 15 años en desarrollarse completamente hasta ser un cáncer invasivo. Aproximadamente, el grupo de población por encima de los 50 años presenta en la mitad de los casos pólipos en el colon, en la mayoría de los casos sin síntomas aparentes. Según las estadísticas, solo entre un 5% y un 10% de los pólipos totales se malignizarán; el problema radica en no saber cuales de ellos lo harán, y por tanto, se recomienda la extirpación preventiva de todos.

Aunque generalmente, el cáncer de colon no produce síntomas en sus fases iniciales, a medida que aumenta de tamaño y comienza a invadir la pared intestinal pueden producir sangrado, cambio en el ritmo de las deposiciones, anemia, o en casos extremos obstrucción intestinal.

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