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Madrid, 7 de octubre de 2019.- Tras confirmar sus buenos resultados en melanoma, cáncer de mama e incluso cáncer de pulmón, ahora parece que la inmunoterapia podría ser efectiva también en cáncer de vejiga. Así se desprende de los resultados de IMvigor130, un ensayo clínico codirigido por el doctor Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid, que ha demostrado por primera vez que la adición de inmunoterapia al tratamiento estándar con quimioterapia en cáncer de vejiga metastásico es superior al tratamiento solo con quimioterapia.

Los resultados, que acaban de ser presentados en la sesión presidencial del Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en sus siglas en inglés), celebrado estos días en Barcelona, demuestran que la combinación del agente inmunoterápico atezolizumab con los quimioterápicos gemcitabina/cisplatino o gemcitabina/carboplatino logra una supervivencia libre de progresión (SLP) de 8,2 meses, frente a los 6,3 meses que alcanzan los pacientes en tratamiento solo con quimioterapia. Así, esta combinación logra reducir en un 18% la probabilidad de progresión del tumor.

Es la primera vez en 40 años que una combinación de fármacos logra superar en eficacia a la quimioterapia basada en platinos en el tratamiento del cáncer de vejiga metastásico”, destaca el doctor Grande, que apunta también a la solidez de unos datos procedentes de un ensayo clínico ya en fase 3, multicéntrico, prospectivo y aleatorizado.

Hoy en día el cáncer de vejiga no tiene cura cuando ya ha presentado metástasis”, señala este especialista, que destaca esta nueva combinación como un hito porque, después de décadas, se abre la puerta a nuevas opciones terapéuticas en estos pacientes. Además, apunta el doctor Grande, “España, con entre 23.000 y 25.000 personas diagnosticadas cada año, es, junto a Italia y Egipto, uno de los países con mayor tasa de incidencia de cáncer de vejiga del mundo”.

De hecho, hasta un 25% de los 1.213 pacientes del estudio IMvigor130 se han reclutado en España. Una aportación muy considerable teniendo en cuenta que en el estudio han participado un total de 221 centros de 35 países distintos. “Este estudio es el más grande que se haya reportado nunca en cáncer de vejiga, lo que todavía da más valor a la aportación española”, subraya este experto.

PDL-1 se perfila como un biomarcador imprescindible en inmunoterapia

Aunque todavía es pronto para conocer los datos definitivos de supervivencia global, el doctor Grande destaca que “los resultados parecen mostrar una tendencia positiva, muy prometedora”. En concreto, una de estas tendencias positivas que se atisban corresponde al subgrupo de pacientes que sobreexpresan la proteína PDL-1, donde se han observado resultados incluso mejores que en los pacientes a los que solo se les administró inmunoterapia, frente a los que se les administró una combinación de inmunoterapia y quimioterapia.

Unos datos que, como subraya el doctor Grande, se traducirían en que “en un porcentaje de pacientes, podríamos incluso evitar la quimioterapia”. Esta detección de la presencia o no del biomarcador PDL-1 se hace ya de forma obligatoria antes de comenzar cualquier tratamiento con un agente inmunoterápico anti-PDL-1, de acuerdo con la ficha técnica, ya que su presencia es capaz de predecir una respuesta positiva al tratamiento.

Más de la mitad de los pacientes oncológicos no puede recibir cisplatino

El tratamiento con quimioterapia basado en cisplatino ha sido el estándar de tratamiento para la enfermedad metastásica desde la década de los 80, pero aproximadamente la mitad de la población no es elegible para cisplatino; es decir, que no puede recibir este fármaco por distintos motivos relacionados con la edad, la función cardiaca o la función renal, entre otros. En estos casos, se le administra al paciente carboplatino, otro agente quimioterápico que no ofrece la misma eficacia.

Conscientes de esta problemática, el ensayo clínico IMvigor130 ha sido el pionero en primera línea de tratamiento que ha reclutado tanto a pacientes elegibles para el tratamiento con cisplatino (en el brazo gemcitabina/cisplatino) como a pacientes no elegibles para cisplatino (en el brazo gemcitabina/carboplatino). El tratamiento con inmunoterapia se ha evaluado en ambos brazos de tratamiento con el objetivo de comprobar si esta combinación es o no eficaz en ambos casos.