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Madrid, 28 de septiembre de 2020.- El manejo y tratamiento de la leucemia aguda (mieloide y linfoblástica) está sufriendo importantes cambios en los últimos años gracias a la aparición de nuevas opciones terapéuticas y a la mejora en las técnicas de seguimiento de la enfermedad, que están permitiendo algoritmos de tratamiento personalizados. “Estamos ante un nuevo escenario y un nuevo reto que hacen necesario un cambio de mentalidad”, subraya el doctor Adolfo de la Fuente, jefe del Servicio de Hematología de MD Anderson Cancer Center Madrid.

Por eso, la celebración del 9º Encuentro sobre Leucemia Aguda, que cada año organiza MD Anderson Madrid de la mano del doctor De la Fuente y el doctor Miguel Ángel Sanz, del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, en Valencia, cobra aún más importancia si cabe en estos momentos.

En un formato virtual que “facilita la participación de los asistentes y mantiene, en la medida de lo posible, la riqueza del intercambio de experiencia de persona a persona”, señala el doctor de la Fuente, el encuentro ha reunido a cerca de seiscientos especialistas en leucemia aguda, de 12 nacionalidades diferentes, que han tenido la oportunidad de poner en común los cambios que se están produciendo en los últimos años en el abordaje de esta enfermedad.

Al ser una enfermedad agresiva, el abordaje tradicional de la leucemia aguda se entendía hasta el momento como la administración de un tratamiento con una duración limitada en el tiempo hasta que la persona alcanzaba o no la remisión completa de su enfermedad y, entonces, a partir de esa respuesta, se evaluaban las posibilidades de curación del paciente. Una situación que está cambiando completamente porque, como enfatiza el doctor de la Fuente, “ahora tenemos estrategias de tratamiento crónicas, de duración indefinida mientras la enfermedad esté controlada”.

 

Inmunoterapia, LMA de alto riesgo e inhibidores de FLT3, protagonistas

Entre los temas más destacados del encuentro, el doctor de la Fuente destaca, por ejemplo, la comercialización en Europa de una opción terapéutica que ha demostrado resultados positivos y superiores a los de la quimioterapia convencional en el tratamiento de pacientes con leucemia mieloide de alto riesgo, una situación en la que todavía existen importantes necesidades terapéuticas no cubiertas.

Asimismo, también en leucemia mieloide aguda, se ha hablado mucho de los inhibidores de FLT3, una mutación que aparece en el 30% de los casos diagnosticados con esta enfermedad. “Además de nuevos fármacos con este mecanismo de acción, tenemos cada vez más conocimiento acerca de cómo utilizar estos tratamientos con el objetivo de aumentar el porcentaje de pacientes que alcanzan una remisión, mejorando así sus expectativas de vida”, señala el doctor de la Fuente.

Otra opción prometedora en el campo de la leucemia aguda es la inmunoterapia. Ya existen algunos fármacos aprobados y, actualmente, explica el doctor de la Fuente, “se está avanzando enormemente en la selección de las dianas terapéuticas y en otras estrategias encaminadas a aumentar efectividad y reducir la toxicidad del tratamiento”.

 

La COVID-19 ha obligado a redefinir el manejo de la leucemia aguda

La infección por coronavirus ha impactado de forma directa en la asistencia sanitaria de los pacientes de todo el mundo y de forma especial en el manejo de aquellos especialmente vulnerables a la enfermedad por su condición de inmunosupresión. En este sentido, durante el encuentro, se realizó un repaso por los principales retos que tuvieron que afrontar las Unidades de Leucemia al inicio de la pandemia y cómo se organizaron para minimizar sus efectos sobre las posibilidades de supervivencia y curación de los pacientes.

Tras el repaso, los participantes en el congreso debatieron acerca de la mejor manera de organizar ahora las Unidades de Leucemia a corto y medio plazo para continuar garantizando una atención de excelencia a todos los pacientes con leucemia aguda.