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Cada año en nuestro país se diagnostican 220.000 nuevos casos de cáncer y aunque el avance de los tratamientos y de las técnicas de prevención ha conseguido mejorar considerablemente las tasas de supervivencia, el diagnóstico de esta enfermedad continúa generando impacto psicológico que a menudo resulta difícil de manejar, tanto por el paciente como por su entorno. Especialmente delicado puede resultar el caso de las parejas, donde ambos miembros deben aprender a convivir con la carga emocional del proceso oncológico desde perspectivas muy diferentes.

Las reacciones frente al diagnóstico de cáncer son muy distintas dependiendo de cada persona y varían en función de cada caso. Hay parejas en las que se produce un mayor acercamiento, mayor intimidad y hay una unión mucho más fuerte. Pero, en otras ocasiones, se produce totalmente lo contrario: se generan mucho más conflictos, momentos de irritabilidad y, en definitiva, muchos más problemas”, señala Marta de la Fuente, psicooncóloga de MD Anderson Cancer Center Madrid.

Por este motivo, la comunicación y la sinceridad entre el paciente oncológico y su pareja se revelan como las mejores herramientas para preservar la salud de su relación. “Es muy importante preguntar al paciente cómo se siente o qué es lo que quiere o necesita. Muchas veces nos dedicamos a interpretar o adivinar, y simplemente preguntando, nos vamos a enterar mejor” explica De la Fuente.

Además durante el tratamiento del cáncer las parejas tienen que estar preparadas para manejar situaciones emocionalmente complejas, donde el paciente necesita verbalizar determinadas cuestiones vitales a las que no sabe cómo dar respuesta y que pueden resultar dolorosas de escuchar. “En este punto se trata sobre todo de acoger las emociones, de  manera que cuando el paciente exprese sus miedos o angustias, la pareja sea capaz de no bloquearlas y de mostrarse comprensiva”, destaca la psicooncóloga de MD Anderson Madrid. 

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