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El cáncer de la A a la Z

Tipos de cáncer, cómo prevenirlos, diagnóstico y tratamiento.

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Carcinoma de trompa de Falopio


Las trompas de Falopio son el par de conductos por los que migran los óvulos de una mujer desde los ovarios hasta el útero, ya sea para ser fecundados o para ser expulsados durante la menstruación.

El carcinoma primario de trompa de Falopio es uno de los cánceres ginecológicos más raros. Los cánceres secundarios por metástasis procedentes de ovarios, endometrio, aparato digestivo y mama son más habituales.

 

Los tipos más frecuentes de cáncer de trompa de Falopio son los adenocarcinomas seroso y endometrioide. Se han descrito leiomiosarcomas, que se forman en el músculo liso de la trompa de Falopio, y carcinomas de células de transición.

Síntomas
 

En ocasiones, las mujeres con cáncer de trompa de Falopio se encuentran asintomáticas o manifiestan síntomas vagos que remedan otros problemas ginecológicos o digestivos. Dado que el cáncer de trompa de Falopio es tan infrecuente, puede ser difícil de diagnosticar y resulta esencial una evaluación por parte de un médico.

 

Entre los síntomas más frecuentes figuran:

  • Hemorragia vaginal anormal, especialmente después de la menopausia
  • Dolor abdominal o sensación de presión
  • Flujo vaginal inusual que es blanco, transparente o teñido de rosa
  • Masa pélvica en el momento del diagnóstico, presente en hasta dos tercios de las pacientes con cáncer de trompa de Falopio
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Ensayos clínicos
Estudio doble ciego, fase III, aleatorizado, controlado por placebo, multicentrico, de Olaparib en retratamiento de mantenimiento en pacientes de cáncer ovario epitelial tratados previamente con un inhibidor de PARP, y que respondan a una quimioterapia basada en platino.
Ensayo de fase 1a/2a, abierto y multicéntrico, para investigar la seguridad, tolerabilidad y actividad antitumoral de dosis repetidas de Sym015, una mezcla de anticuerpos monoclonales dirigida frente al receptor MET, en pacientes con tumores malignos sólidos en fase avanzada
Estudio de fase ib para evaluar la seguridad, tolerabilidad y farmacocinética de mirvetuximab soravtansina (imgn853) en combinación con bevacizumab, carboplatino o doxorubicina liposomal pegilada en adultos con cáncer de ovario epitelial avanzado, cáncer peritoneal primario, cáncer de las trompas de falopio o cáncer endometrial positivos para el receptor de folato alfa.
PRIMER ESTUDIO EN EL SER HUMANO DE LA ADMINISTRACIÓN REPETIDA DE REGN2810, UN ANTICUERPO MONOCLONAL, TOTALMENTE HUMANO FRENTE A LA PROTEÍNA DE MUERTE CELULAR PROGRAMADA 1 (PD-1), EN MONOTERAPIA Y EN COMBINACIÓN CON OTROS TRATAMIENTOS ANTINEOPLÁSICOS, EN PACIENTES CON TUMORES MALIGNOS AVANZADOS
Estudio fase IIIB, prospectivo, randomizado, abierto que evalúa la eficacia y seguridad de Heparina/Edoxaban versus Dalteparina en tromboembolismo venoso asociado con cáncer.
Tumores sólidos. Antiemesis Estudio fase III, multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, con control activo para evaluar la seguridad y eficacia de Rolapitant en la prevención de náuseas y vómitos por la quimioterapia (NVIQ) en pacientes que reciben quimioterapia altamente emética (QAE). A phase III, multicenter, randomized, double blind, placebo controlled study of the safety and efficacy of Rolapitant for the treatment of Chemotherapy-induced nausea and vomiting in subjects receiving highly Emetogenic Chemotherapy (HEC)
Ensayo clínico en fase I de determinación de dosis del antiangiogénico multidiana Dovitinib (TKI258) más paclitaxel en pacientes con tumores sólidos.

Factores de riesgo
A causa de su rareza, no se conocen bien las causas y los factores de riesgo del cáncerprimario de trompa de Falopio. No obstante, los investigadores están estudiando la función de la genética y las hormonas.

Los factores que podrían aumentar el riesgo de padecer cáncer de trompa de Falopio comprenden:

 

Edad: aunque este cáncer puede aparecer en mujeres de cualquier edad, surge con mayor frecuencia en mujeres posmenopáusicas de raza blanca y edad comprendida entre los 50 y 60 años, que no han tenido hijos o solo han tenido unos pocos. La incidencia máxima se observa en las mujeres de entre 60 y 66 años.

Antecedentes familiares: se ha demostrado que los antecedentes familiares de cáncerde trompa de Falopio aumentan el riesgo de una mujer de padecer este cáncer.

Mutaciones genéticas: hay datos que indican que las mujeres que albergan mutaciones en el gen BRCA, relacionado con un riesgo elevado de cáncer de mama y ovario, o uno de los genes que causan CCNPH (cáncer colorrectal no polipósico hereditario) corren un mayor riesgo de sufrir cáncer de trompa de Falopio. Se han detectado mutaciones en el gen BRCA, especialmente en BRCA1, en el 16%-43% de las mujeres con cáncer primario de trompa de Falopio.

 

Las mujeres que han  utilizado anticonceptivos hormonales corren un menor riesgo de padecer cáncer de trompa de Falopio, al igual que las que han tenido hijos y han dado de mamar, aumentando el efecto protector con el número de hijos que se han tenido.

 

La presencia de uno o más de los síntomas citados no implica necesariamente que tenga un cáncer de trompa de Falopio. Sin embargo, es importante que consulte estos síntomas a su médico, ya que pueden indicar otros problemas de salud.

El primer paso para establecer el diagnóstico consiste en una exploración pélvica, en la que el médico examina el útero, los ovarios, las trompas de Falopio y la vagina. Durante esta exploración puede descubrirse una masa pélvica. Sin embargo, la presencia de esta masa no es suficiente para establecer el diagnóstico de cáncer de trompa de Falopio.

 

El médico puede utilizar varias pruebas para hacer el diagnóstico, entre ellas:

 

Ecografía de la pelvis: se utilizan ondas de sonido de alta frecuencia para generar un patrón de ecos, denominado ecografía, en la que pueden diferenciarse imágenes de tejidos sanos, quistes y tumores.

 

Tomografía computarizada (TC): un ordenador conectado a un aparato de rayos X toma una serie de imágenes detalladas de regiones del interior del organismo. A veces se inyecta o se deglute un medio de contraste para visualizar más claramente los órganos o tejidos.

 

Resonancia magnética (RM): en este caso, son campos magnéticos, y no rayos X, los que generan imágenes detalladas del organismo.

 

Biopsia quirúrgica: la única forma de confirmar el diagnóstico de cáncer de trompa de Falopio consiste en que un anatomopatólogo examine el tejido de la trompa de Falopio. Suele obtenerse una muestra de tejido durante la cirugía.

 

Análisis de CA125: este análisis de sangre determina la concentración de CA125, una proteína conocida como marcador tumoral de enfermedades ginecológicas. Alrededor del 85% de las mujeres con este tipo de enfermedades presenta concentraciones aumentadas de CA125. Una cifra anormalmente alta respalda el diagnóstico, si bien, por sí sola, no demuestra que una mujer tenga este cáncer.

Estadificación

La estadificación es el proceso utilizado para determinar si el cáncer se ha diseminado y adónde y si está afectando a la función de otros órganos del cuerpo. La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y el American Joint Committee on Cancer(AJCC) han designado la estadificación de los cánceres de trompa de Falopio como sigue:

 

Estadio I: tumor limitado a una o ambas trompas de Falopio.

Estadio II: el tumor afecta a una o ambas trompas y se ha diseminado a la región pélvica o ha metastatizado al útero, el ovario u otros tejidos pélvicos.

Estadio III: el tumor afecta a una o ambas trompas y a la pelvis y se ha diseminado a la cavidad abdominal o los ganglios linfáticos regionales.

Estadio IV: el cáncer se ha diseminado al pulmón, el hígado u otros órganos distantes.

El tratamiento del cáncer de trompa de Falopio depende del tamaño, la localización y el estadio del tumor, así como de la edad, la salud general y el deseo de tener hijos de la mujer. Los resultados del tratamiento del cáncer de trompa de Falopio dependen de los procedimientos diagnósticos, el estadio del tumor y el cáncer residual después de la cirugía. Dado que el cáncer de trompa de Falopio es tan raro, se han realizado pocos estudios controlados de los que puedan obtenerse datos exactos en relación con el pronóstico.

Cirugía

La cirugía, seguida de quimioterapia, es el tratamiento más habitual del cáncer de trompa de Falopio. El tipo de intervención se encuentra determinado por el estadio del tumor y puede incluir la extirpación de las trompas de Falopio, ovarios, útero y cuello uterino, así como de los ganglios linfáticos próximos.

Quimioterapia

En general, el tratamiento que sigue a la cirugía por un cáncer de trompa de Falopio consiste en quimioterapia sistémica, es decir, el uso de fármacos potentes para destruir las células cancerosas. Estos fármacos pueden administrarse por una vena o directamente en la cavidad peritoneal, donde entrarán en contacto directo con el cáncer. Los fármacos utilizados con más frecuencia para tratar el cáncer de trompa de Falopio son cisplatino, paclitaxel (Taxol) y carboplatino. El médico diseñará la pauta de quimioterapia en función de las necesidades individuales de la paciente.

Radioterapia
En general, no se emplea radioterapia para tratar el cáncer de trompa de Falopio, salvo en circunstancias especiales para combatir una enfermedad localizada.

Ensayos clínicos
Actualmente se están evaluando nuevos tratamientos en ensayos clínicos y algunas mujeres con cáncer de trompa de Falopio quizá deseen valorar si participan en uno de estos estudios de investigación. Las mujeres con cáncer de trompa de Falopio suelen ser aptas para participar en ensayos clínicos diseñados para pacientes con cáncer de ovario. En caso de estar interesadas, las pacientes han de buscar ensayos sobre el cáncer de trompa de Falopio y de ovario y verificar los criterios para poder participar.